Es una de las presas representativas del grupo conocido como "presas
extremeñas de los siglos XV a XVIII", y más concretamente
de las de tamaño medio, con una apariencia "más liviana"
que las que integran el grupo de las más importantes -caso de Albuhera
de Feria, Albuhera de San Jorge o Zalamea- y más robusta que las
del grupo de las más pequeñas. Es además una de las
más bellas, tanto "per se" como por su perfecta integración
en el entorno físico.
Construida, presumiblemente, en la segunda mitad del siglo XVIII, su
función inicial principal fue la de mover un molino situado en
su pie en la zona central del pequeño cauce. En la actualidad
tiene fines agrícolas y ganaderos, tales como riego de huertas,
abrevadero de ganado y charca de pesca.
Tiene algo menos de 10 metros de altura y unos 240 metros de longitud
en coronación, cerrando una ancha vaguada. El muro tiene un escalón
y dispone de robustos contrafuertes en toda su longitud. En la zona
central se ubica el molino que probablemente fue el origen principal
de su construcción.
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